KING RAY

Documental, 85 min. Ver TEASER

“Una película sobre baloncesto, discapacidad intelectual,  y el peor fraude de la historia del deporte en España”.

Dirección: SERGIO ROMERO CASTAÑO
Fotografía: DIEGO BARRERO MIELGO
Montaje: JUAN CARRASCAL YNIGO
Diseño de sonido: SERGIO GONZÁLEZ, TAREK HAMDAN
Música original: ANTONIO FERNÁNDEZ RUIZ
Una producción de BIDIMENSIONAL, TOURMALET FILMS y TRAPPER JOHN

Imagina que has dedicado tu vida al baloncesto. Imagina que te seleccionan para representar a tu país en unos Juegos Olímpicos. Imagina que eres el capitán del equipo. Imagina que ganas el oro. Y entonces vuelves a casa y descubres que todo es una mentira, un fraude que tú no fuiste capaz de descubrir. Esto es lo que le sucedió a Ramón Torres (Ray) en los Juegos Paralímpicos de Sídney 2000. El equipo español de baloncesto de discapacitados intelectuales (DI) arrasó a sus oponentes y poco después se descubrió que 10 de los 12 integrantes del equipo no sufrían ninguna discapacidad. Un escándalo internacional de proporciones mayúsculas que acabó con el deporte inclusivo. 18 años después el baloncesto para DI sigue fuera de los Juegos Paralímpicos.

La película desgrana el fraude a través de la vida de Ray a lo largo de cinco años, a partir de la resolución del juicio en 2013. Su manera de entender el escándalo y su relación con el baloncesto conforman un retrato profundo de un tipo duro y entrañable al mismo tiempo.

¿Qué representa vivir en una sociedad que no te entiende y que tú tampoco eres capaz de comprender?¿cómo es vivir en un mundo que te considera «tonto»? King Ray es una película acerca de la discapacidad intelectual y nuestra capacidad de adaptación.

NOTAS SOBRE PRODUCCIÓN: «De todas las estafas made in Spain, el fraude Sídney es probablemente la más estúpida y la más ruin: Participar en unas Paraolimpiadas haciéndose pasar por discapacitados… y ganar el oro… Una idea descabellada y sin embargo real. La picaresca española del siglo XXI. Sin embargo, el punto de vista de Ray, su manera de entender el fraude y todo lo que le rodea, nos pareció más interesante que la historia del escándalo en si misma. Porque al dejarlo expresarse no sólo contamos la farsa, se comprende su gravedad y mostramos la realidad de una persona con discapacidad intelectual límite, de un individuo que representa a muchos.»